Jáquima, talabartería y marroquinería – Cuero vegetal
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Fecha
2021-11
2021-11
Autor
Torres Mosquera, Merlis Danitza
Director/Asesor
Isaza Urrego, Anguley
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Resumen
El curtido es el proceso de transformación de pieles de animales en cuero, este proceso se lleva en 4 etapas y causa un daño ambiental grande. En Cundinamarca, esta actividad inició a mediados de los años 50 en los municipios de Villapinzón y Chocontá; años después se desplazó hacia la ciudad de Bogotá, estableciéndose en su gran mayoría en el barrio San Benito en la localidad de Tunjuelito. Los procesos de curtido pueden crear problemas para el medio ambiente de varias maneras. En primer lugar, se produce una gran cantidad de residuos sólidos. En segundo lugar, el curtido produce un volumen elevado de efluentes contaminados con sustancias tóxicas, como aluminio, sulfuro de cromo y soda cáustica. Por último, el curtido de una tonelada de cueros, requiere alrededor de 50 metros cúbicos de agua, que al final del proceso contiene diversas sustancias contaminantes. Los empleados en tales empresas deben trabajar con químicos tóxicos como aceites a base de cianuro, derivados de alquitrán poniendo en riesgo la salud humana sin contar la crueldad animal para la extracción de la piel los animales que sufren y son asesinados para ser usados como vestimenta, cada año se producen más de 300 millones de pieles curtidas de vacas, y más de 500 millones de pieles curtidas de ovejas y corderos. Jáquima busca ofrecer una alternativa nueva, sostenible que ayude a mitigar el impacto ambiental, pero sobre todo preservar la vida humana y animal. Con un cuero vegetal innovador hecho de los residuos de las fibras de hoja de piña que se producen en el proceso de cosecha, las fibras de los residuos de la piña se cortan en capas y se procesan como un textil. El textil se puede crear con diferentes espesores y también se puede procesar de diferentes formas, con el fin de crear diferentes tipos de texturas – texturas incluso similares al cuero. Se necesitan las hojas de aproximadamente 16 piñas para producir un metro cuadrado de tela, es un cuero vegetal más barato de producir que un cuero tradicional, también es más sostenible y ecológico. Ya que es un subproducto de la cosecha de la piña (hojas de piña normalmente cosechadas que se pudren en el suelo), el material no requiere terreno adicional de cultivo. A su vez, un subproducto del procesamiento que se puede convertir en fertilizante, que proporciona ingresos adicionales a los agricultores de la piña.
Palabras clave:
Innovación
Emprendimiento
Cuero vegetal
Sostenibilidad
Innovación
Emprendimiento
Cuero vegetal
Sostenibilidad
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